Montserrat Monblan, el empuje de continuar luchando

Hoy tenemos un testimonio muy especial de Montserrat Monblán, autora del libro «Sonríe, vive, respira», que quiere compartir con nosotras un momento muy importante en su vida, y las motivaciones que lograron llenarla de ese empuje necesario para continuar luchando. ¡Gracias por tus palabras, Montserrat!

¡Hola!, me llamo Montserrat Monblán Amador, y vengo a contaros mi historia.

Nací en Madrid un 6 de diciembre de 1981. Soy la pequeña de tres hermanas e hija de emigrantes andaluces, tierra que adoro y que llevo en mi corazón junto con mis pasiones, entre las que se encuentran, la naturaleza, el arte, la música, la literatura y de una forma muy especial, mi familia.

Si alguien me preguntara qué es lo que ha sucedido para potenciar lo que soy, el por qué he luchado y sigo luchando con tanta pasión, y no dejo de perseguir los sueños en los que creo, quizás haya una carta, que aparece en mi libro publicado «Sonríe Vive Respira», que sea posiblemente la que contenga parte de todas estas respuestas. Creo que el compartirla aquí también, puede ser un bonito empiece hacía lo que me gustaría dejar transmitido y…, es que al final da igual el camino que nos imponga la vida, siempre habrá algún motivo por el qué luchar para seguir adelante; dice así:

«Hoy parece que las sombras se han vuelto tenues e, incluso, me ha parecido ver un rayo de sol. Hoy parece que es el día de no hacer esta carta solo mía:

Drama; utilizado en muchos contextos para dar énfasis a nuestros sentimientos; también hablan de él en los libros de texto, como género literario que llega al teatro para interpretar historias dolorosas, trágicas, con diferentes desenlaces. No recuerdo haber deseado nunca ser actriz y, ni mucho menos, una de las protagonistas de una obra que se presenta con el título Tragedia. No recuerdo que la vida me haya dejado ensayar y, aún menos, poder elegir al día siguiente cambiar de género.

Desde ese día del accidente en el que todo drásticamente cambió, los días se tiñeron de negro y ni el recuerdo más bonito era capaz de tornarlo de otro color, sino ponerlo aún, si cabe, más oscuro. Esos recuerdos bonitos, ahora, tenían otro nombre y eran tristeza y nostalgia… mucha nostalgia, de lo que fue, y ya no volverá.

En esos días, intentando asimilar la nueva situación, había muchas horas libres, pero fueron las más prisioneras de mi vida, sin que de mí dependiese poder cambiar nada; solo esperar, solo llorar, solo temblar.

Y aprendí, y no de repente, sino día tras día, que hacer un pulso a la vida es con lo único que se puede ganar; y es algo que no he aprendido yo sola ni he hecho solamente por mí, sino por cada una de las personas que he sentido cerca y me han ayudado a mirar de frente, sin miedo; personas que han compartido mi pena y dolor irreparable, para que sea menos, que siguen a mi lado tras largas horas, interminables días, recogiendo los pedacitos de mi corazón, para hacerlo otra vez uno. Y así, es como he llegado hasta este cuento, así es como he llegado hasta los bosques de Hansel y Gretel y he encontrado un camino lleno de rastros, lleno de miguitas de pan, que son cada una de las razones para no perder la fuerza, tesón, ánimo y valentía, para empezar a vivir una nueva vida con un título mucho más optimista: Solo sonrisas; las lágrimas ya inundaron bastante la obra anterior.

No se promete mejor camino que el del amor, la sonrisa, la ilusión, las ganas de vivir y el coraje de no soltar nunca este pulso a la vida».

Por eso, por nosotros mismos y por cada una de esas personas que sentimos al lado, merece la pena seguir, porque realmente es imposible cambiar lo que nos sucede, pero lo que sí siempre podremos hacer es decidir; decir cómo y de qué manera queremos afrontarlo.

Montserrat Momblán Amador

Aquí podéis escuchar algunos de sus videopoemas en Urbanitas entre Versos.

Además, en el programa de radio Mujeres Olvidadas por la Historia hemos tenido la suerte de poder contar con ella y sus vivencias. Si aún no lo habías escuchado, no te preocupes, te dejo aquí el programa en el que participó, compartiendo cartel con Safo de Mitilene, una de las más grandes musas griegas.

Por hoy me despido, con una frase de Montserrat, elegida en un proyecto cultural del Ayuntamiento de Madrid por Versos al Paso situada en la Calle de Ramírez de Prado

«Anda con el corazón y tus pies te seguirán»

 

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