Araceli Pulpillo y Labio Asesino

¡Buen día, gente maja!
En la entrevista de hoy quería presentaros a Araceli Pulpillo, una mujer muy sensible, con las ideas muy claras que ha tenido una trayectoria muy interesante de la que nos va a hablar. ¡Bienvenida Araceli! Aunque personalmente ya nos conocemos, pues hemos colaborado en varios proyectos, me gustaría que hablases un poco de ti, para que las personas que nos leen ahora mismo puedan conocerte mejor. Así que, cuéntanos ¿quién es Araceli Pulpillo y qué mensaje quiere transmitir al mundo?

  • Ahora que tengo que contestar esta pregunta me doy cuenta de lo difícil que es hablar de una misma. Puedo hablar de las cosas que hago y no creo que solo ellas me definan. Creo que las personas somos más que las cosas que hacemos, también somos las que no hacemos, lo que sentimos, lo que pensamos, eso que no se ve pero que está ahí. Desde muy pequeña me atraviesa el pensamiento de saber que nadie nos llegará a conocer del todo. Antes esto lo vivía de una forma más traumática, me deprimía haberlo descubierto; ahora lo vivo de una forma más reconciliadora: saber que una misma tiene su propios espacios, sus recovecos, sus parches y sus jardines secretos. Es algo bello aunque de primeras asuste un poco. Ponerse en el espejo de una misma. Yo aún estoy en esa travesía.

Lo que sí te diré es que soy alguien tremendamente sensible, tremendamente empática y tremendamente cabezona. También que desde muy pequeña he sentido mucho dolor con el dolor ajeno. No entendía muy bien porqué sucedían cosas tan injustas, porqué existían personas capaces de hacer atrocidades. Esto siempre me ha movido, literalmente. Me ha empujado a hacer en la medida de mis posibilidades. Siempre he intentado compartir si yo tenía más que otras, lo veía como algo que debía ser así.

Sobre transmitir. Pues hay una cosa que siempre he dicho y me he dicho. Somos seres políticos por naturaleza, nadie nunca nos podrá arrebatar eso. Si creemos que no estamos haciendo política es simplemente porque alguien utiliza esa cualidad nuestra en su beneficio. Por eso, siempre activas políticamente antes que pasivas políticamente.

Eres una mujer que lucha por los derechos y libertades de las mujeres. Como feminista podrías contarnos un poco ¿cómo empezó tu camino en el feminismo y en qué proyectos te encuentras en estos momentos?

  • Pues la verdad que yo empecé a militar en el movimiento estudiantil de Jaén, primero creé junto con algunos compañeros una Asociación de Psicología en la Universidad, la llamamos A.E.P.U.J., y hacíamos cantidad de actividades extraacadémicas.

Poco después entré a formar parte de diferentes puestos de representación estudiantil en la UJA hasta acabar en el Consejo de Estudiantes (quién lo diría ahora…jajaja). Siempre he sido alguien con bastante sensibilidad con las injusticias sociales y en este periodo no paraba quieta. Formé parte de muchas cosas, (asambleas abiertas, asociaciones diversas, colectivos a nivel local y estatal, actividades culturales y políticas…). Fue con las movilizaciones del 2013 en contra de los recortes, la subida de las tasas y la LOMCE cuando tuvimos un momento bastante decisivo en Jaén, un 9 de mayo, en el contexto de una manifestación, al finalizar hubo cargas policiales y muchas nos comimos multas bastante injustas.

De ahí que pasé a militar en la Asamblea Antirrepresiva de Jaén que estaba en el Centro Social Autogestionado Jaén en Pie, para recaudar pelas para las multas y tener asesorías. Y me fui involucrando en la vida del centro bastante, compaginando mi militancia en la Universidad y fuera de ella. Hubo un momento en que un grupo de mujeres de diferentes espacios de militancia empezamos a quedar para hablar de “nuestras cosas”, hacíamos comidas y hablábamos mucho. Fue ahí cuando nos dimos cuenta de que había muchas cosas en común que no eran privadas sino políticas y que nos atravesaban por nuestro sujeto mujer.

Supimos que teníamos que pasar a la acción y creamos Comando Sororidad, una asamblea feminista no mixta que cambió mucho mi vida. Ahí empezó más activamente el feminismo para mí y desde entonces ha sido un pilar fundamental en mi militancia.Y bueno, después de este recorrido, ahora estoy bastante inmersa con Labio Asesino en un monográfico sobre feminismo andaluz. Tengo muchas ganas de recibir los textos de las compas que van a participar y de ponerme manos a la obra. Ya he contactado con proyectos e individualidades, así que ya se está cociendo a fuego lento el puchero. Tenía muchas ganas de que las distintas voces que están hablando desde Andalucía sobre nuestras realidades e idiosincrasia se juntasen.

Has publicado ya varios libros y fanzines, ¿cómo empieza para ti el proceso creativo?, ¿cómo pasa la idea a salir de tu mente a traspasar las finas líneas del papel para transmitirnos tanto como haces?

  • La verdad que llevo editando fanzines desde la Universidad, creamos uno que se llamaba El Búho Informa con NEOS, una Asociación de la que formé parte mucho tiempo. Y siempre me ha gustado el formato papel. Cuando me mudé a Toledo por temas de curro inicié el proyecto de Labio Asesino casi sin darme tiempo a echarme para atrás. Al principio me hubiese gustado que fuera algo que no coordinara yo sino que lo trabajáramos entre un equipo más amplio, pero al final salió así y tampoco me importó porque hubo amigas y compañeras que me apoyaron desde el principio, por ejemplo Virginia Piña y Beatriz Pérez. Me dieron el achuchón. También mi compañero Juan Cruz.Para mí el fanzine más que un algo creativo es un arma política. Desde él se pueden unir muchas voces para hablar de sus realidades y tocarnos desde la distancia, hacernos pensar, reflexionar, conocer cosas nuevas y ¿por qué no?… hacernos contar también las nuestras, activarnos. Y eso es lo que me interesa realmente de él. La capacidad de cambio que puede haber tras de sí, tanto de dentro hacia fuera como a la inversa.En cuanto al poemario, eso es otra cosa. Eso sí lo siento como algo más introspectivo, más creativo, más íntimo a la hora de crearlo. Escribir relato o poesía sí que me hace rasgarme a mí para poder sacar algo que puede llegar al resto.

Cuéntanos, ¿cómo ha sido el proceso de preparación para el libro? ¿ha sido un libro autoeditado o has trabajado con editoriales y distribuidoras?, en cualquiera de los dos casos, cuéntanos, ¿cómo ha sido la experiencia?

  • Pues Vonlenska. Una historia finita, nació como un poemario con diez poemas que presenté a un premio de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Jaén y ganó. Se me quedó corto y yo sabía que era un poemario que tenía mucha más vida, tenía mucho más que contar, la historia era mucho más. Juan, mi compañero en Piedra Papel Libros, editorial que compartimos, me insistió en que no lo dejase así, que siguiera escribiendo y le hice/me hice caso. Cuando lo acabé se lo enseñé (después de mil correcciones) y le gustó mucho. Eso me sorprendió porque Juan es bastante crítico con la poesía y siempre va a las claras, cosa que una agradece. De ahí me propuso publicarlo en nuestra editorial, en la colección Caja de Formas, que da cabida a poetas de Jaén sobre todo.Para mí el proceso ha sido desde el principio hasta el final. Lo he escrito. Lo he editado. Lo distribuyo. No es lo mismo que escribirlo y despreocuparte una vez una editorial te lo acepte (o preocuparte de otras formas). Ha sido y es bonito. Ahora estoy escribiendo para otros proyectos poéticos, aunque voy despacito. Me queda poco tiempo con todo lo demás.

¿Cuál ha sido el mayor reto al que te has enfrentado hasta ahora, como mujer, en el mundo editorial?

  • Pues sería difícil decirte algo. Desde que edito con Piedra Papel Libros y después con Labio Asesino no he llegado a sentir mi condición de mujer, vamos en el sentido de que como mujer me haya enfrentado a algún desprecio o a más imposibilidad a la hora de hacer algo. La siento en otras partes de mi vida pero no en el aspecto editorial. Quizá, y si he de decir algo, el hecho de sentir mi propia valía a la hora de enfrentarme a diferentes textos, pero esto es algo más bien mío propio y de mi exigencia. Una cosa que sí me gustaría en Piedra Papel Libros es editar a más mujeres, pero es algo que estamos trabajando. Tampoco la historia nos ha puesto fácil la visibilidad de ellas y el trabajo de investigación lo tenemos más limitado.

Sabemos que hay mucho por mejorar y cambiar para lograr una igualdad plena, pero nos encantaría saber, Araceli, ¿qué sería lo primero que quieres mejorar o cambiar, para lograrlo?

  • Pues la verdad y para ser sincera, yo no quiero la igualdad en este sistema capitalista, patriarcal, colonialista, capacitista, racista y homófobo; el sistema en el que vivimos está dominado por valores y personas en las que no creo y a las que no me quiero igualar. Yo quiero una sociedad en la que no existan ni jefes ni jefas ni jefxs. Ni explotadas ni explotadoras. Las leyes son una construcción social que fue construida por hombres cis, burgueses, blancos… y nos han hecho creer a las otras y les otres (personas marginadas y disidentes), que tenemos que alcanzar cotas en esas leyes que ellos han creado para entrar en la norma. Pero para mí tiene más sentido crear otra realidad diferente a esta y dinamitar la actual. Y sé que es posible.Por eso para mí lo principal es generar una pedagogía radical que alcance a todas las personas para que sean capaces de advertir los diferentes sistemas de opresión y dominación que nos atraviesan. Es imprescindible crear las condiciones necesarias para tener personas críticas, que se autogobiernen y que sean participes de los cambios. Personas políticamente activas no pasivas. Personas que sepan de donde vienen y lo importante que es su participación en la toma de decisiones. Recuperar la memoria. Dejar de enfrentarnos. Saber debatir. Consensuar. Para construir un  ese mundo nuevo.

Este, es un espacio sororo de testimonio y denuncia. ¿Existe algo concreto que te gustaría denunciar?

  • Hay una cosa que me gustaría lanzar. Llevo cierto tiempo hablando con compañeras que atravesamos militancias diversas sobre la necesidad del feminismo de volverse más transigente y empático, menos amnésico, con las compañeras que no solo nos posicionamos como feministas sino que integramos el feminismo en nuestras diferentes militancias. Si realmente queremos una transformación de la sociedad debemos llevar allá donde estamos nuestras reivindicaciones y acciones. Yo soy feminista pero también soy sindicalista, milito en un sindicato de clase, en CNT para ser más concretas.
    Una militancia que me da respuesta al sistema capitalista que un colectivo feminista no me da en la acción, sin embargo se tiende a mirar con menos pureza estas dobles militancias, tan necesarias a día de hoy, por puro desconocimiento sindical de englobar a todos en el mismo saco. Creo que debemos ser críticas con esto. Y debemos saber tejer alianzas entre todas las personas que queremos transformar radicalmente la sociedad.

Para finalizar, podrías indicarme a quién te gustaría que entrevistase (que no sea muy complicado!!!!), y qué te gustaría que le preguntase, para poder continuar expandiendo nuestra sección de testimonios?

Me gustaría que entrevistases a una mujer trans que sea feminista, cualquiera. Y que le preguntases los puntos de encuentro y desencuentro con las mujeres cis feministas.

¡Gracias por tu tiempo y dedicación en contestar a esta entrevista, bonita!

Gracias a ti bella.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *